[Dimas Arcana ] Capitulo 16 Crónicas

Por fin había conseguido dar esquinazo a los chicos, estaban siempre animándome y haciendo bromas delante mía. Pero yo necesitaba leer el libro, recordaba aquella historia pero debía corroborarla.

Subí rápidamente a mi habitación y realice el hechizo, el libro negro apareció elevándose hice un pequeño corte en mi mano y gotee sangre en su tapa de piel. Varios símbolos fueron dibujándose de un color rojo. Y se abrió, una voz calmada y profunda que pregunto.

-¿Si tus ojos son de aquel que pertenece a la casta, me hablaras?
-Sin ver podemos encontrar el camino a través de la oscuridad.
-Bienvenido seas miembro de la casta de Orión. Que buscas en las crónicas de Centauri.
-Busco a las damas, siete damas.
-Una historia no tan antigua joven, escucha con atención pues a muchos se les instruye en esta historia pero nadie la recuerda.

"Alfa Centauri - Centuria Tesari

Afrontando una batalla en un lejano país, se solicito ayuda encubierta a la sociedad, viajaron lo mas rápido que pudieron, siete fueron aquellas que lo hicieron........

Lucharon allí donde otros hubieran huido, dejando a su paso victorias en aquel país al que iban, legendaria fue su participación pero secreta al fin y al cabo, ningún registro quedo de ellas, ningún nombre. Solo aquel sencillo sobrenombre que se dieron por la utilización de sus poderes, enmascaradas por su poder sus nombres quedaron en este libro para ser recordados, pues aquellas que se enfrentaron a un gran mal desaparecieron como heroínas. No se sabe si murieron o simplemente se mantuvieron alejadas de las batallas. Se cuentan hasta ahora tres apariciones, La batalla del País Vecino, Derrota de la Armada Leviatán, Alzamiento del Carpintero. Les hemos rendido homenajes pues ellas dieron mucho por Centauri. He aquí sus sobrenombres:

-Glacieli
-Prunae
-Aurae
-Aquae
-Ignea
-Terrae
-Animae


-Este es el fin de su crónica, la única que puede ser escuchada por un muchacho. - ¿Deseas algo más?

-No, gracias.
-Sea la paz en tus batallas y en tu conocimiento grande el campo.

La voz del bibliotecario era monótona pero sabía, el libro desapareció y me quede pensando. Era posible que ellas estuvieran vivas y me ayudaran, pero por que ayudarme. Baje a los pasillos a darme una vuelta, necesitaba pensar alejado de todo.