Jack se movía con ligereza por los tejados, todo lo que podía hacerlo un
chico de dieciocho años con armamento, lleva un rifle de francotirador a la
espalda y en las perneras de sus muslos dos pistolas semiautomáticas. Pero
ninguna de esas armas era mortal, la munición era incapacitante, dardos
tranquilizantes, balas de carga eléctrica, todo lo indispensable para luchar
contra el crimen.
En los bajos fondos se hablaba de un golpe a una joyería, nada importante,
solo un butrón, algo arcaico pero efectivo. Seeker estaba allí para impedirlo;
no tenía un disfraz como los de antaño con un símbolo en el pecho, solo vestía
una ropa de asalto de kevlar ligero, a simple vista era un tejido con círculos
incluso el pasamontañas los tenía, era una protección más que un disfraz de héroe.
La oscuridad de la noche ocultaba sus movimientos, los edificios estaban lo
suficientemente alejados para dificultarle el avance, nada igualaba a la ciudad
de nueva york con las construcciones tan pegadas. Miro su móvil para confirmar
su posición, no le quedaba tiempo. Un coche estaba parado frente a la
joyería, una tienda en reformas, muy típico, aunque la seguridad de la joyería
era buena, no lo suficiente rápida para que la policía llegara para detener a
los ladrones, pero él estaba ahí para hacer su trabajo. Apenas se veía a alguien
dentro del coche, las lunas estaban tintadas, a juego con el color del vehículo,
un deportivo de último modelo con suficiente potencia para dejar atrás los
anticuados coches de policía.
Se puso de rodillas en la cornisa, desenganchándose el rifle, el primer paso
sería el sencillo, disparar al conductor para evitar su huida, la mira telescópica
tenía infrarrojo, perfecta para la noche. El conductor estaba sentado tamborileando
sobre el volante, esperando a sus compañeros,
con un ruido sordo la bala atravesó el cristal impactándolo.
La puerta de la tienda en reformas se abrió, de ella salían dos personas
cargadas con sendas bolsas de deporte, tenía que ser rápido si quería acertar a
los dos rápidamente antes de que uno de ellos huyera. Recargo el arma y
disparo, justo en la garganta, el hombre se desplomo y su compañero miro
desconfiado a los lados.
- Vamos no corras - dijo en voz alta Jack.
El atracador se dio cuenta de que el coche no había arrancado y se puso a
correr por la calle.
- Joder, un disparo con blanco en movimiento, odio esto-
El muchacho se puso a apuntar al individuo que corría, iba a ser fácil,
corría en línea recta, un tiro de manual. La bala le impacto en la pierna
haciendo que rodara por la calle inconsciente. Era momento de desaparecer, la policía
debía llegar y encontrar los cuerpos y las bolsas de deporte con el botín.
- Bonito espectáculo - un hombre de complexión medía lo miraba desde la
oscuridad, su cara estaba oculta en la oscuridad y solo el reflejo de sus gafas
con la luz indicaba al chico donde estaba su cabeza. No lo pensó dos veces,
desenfundo la pistola de la pernera y disparo a la cabeza.
- No me apetece jugar Jack - de alguna manera había esquivado la bala,
volvió a disparar varías veces, un bastón golpeo el suelo y distrajo al chico
que bajo el arma. - Eres un buen soldado, sin bandos, sin lealtades, haciendo
el bien por las ciudades del mundo. He oído rumores sobre ti, ¿quieres seguir
jugando a ser un héroe o quieres serlo?
-No te tengo miedo, no sé qué tecnología tendrás para repeler las balas.
Voy... Voy por libre - la voz del chico titubeaba.
- Mi intención no es contratarte, solo quiero saber si tienes intención de
seguir luchando contra el crimen y buscar a tus padres, el dinero no dura para
siempre - una pequeña moneda de plata paseaba por los dedos del extraño, la
lanzo al aire y desapareció.
- ¿Como sabes....? -
- Cuando estés preparado acude a esta dirección, pero todo tendrá un
precio.... soldado - le lanzo una tarjeta con una dirección y desapareció en la
oscuridad sin ningún ruido, como si se desvaneciera.
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