He tratado a cualquiera como si fuera un villano, incluso a muchos héroes, tratando de encajar en un mundo que se mueve por el mero hecho del bien y el mal, con lo moral y lo inmoral.
Mi primera sangre fue demasiado pronto, tratando de ser el héroe que todos querían ver, en un mundo lleno de ellos. Esto es Londres, una de las ciudades más prosperas de un mundo en decadencia, todos cogen lo que quieren, nosotros marcamos la diferencia entre la justicia y el crimen.
Nadie me ha nombrado un héroe, tampoco lo necesitaba, para mí todo lo que no encajaba entre lo que yo consideraba bueno, era digno de ser perseguido.
Ahogo mis penas en alcohol, siempre he salido a pelear sobrio, pero hoy no, no el día después de la masacre, más de ochocientos muertos, hoy busco venganza a cualquier precio. Ahora todos los héroes están en sus torres, a la espera de que unos gordos atiborrados de poder y de si mismos, den la orden de cazar a los culpables.
Mi arma está cargada y lista para impartir justicia, antes me hacía llamar Blind Justice, ahora no quiero ser justo, ni impartir justicia. Su sangre bañará las calles, igual que la de los inocentes. Mi gancho impacta contra la pared de un edificio, mi adrenalina y mi alcohol en sangre, me atiborran de todo tipo de sensaciones, ahora soy Pain. Y todos recibirán su parte.
1 comentario:
Y a pesar de abandonar los relatos psicópatas, por qué lo siguiente que publicas aún tiene que ver con la muerte, la venganza y la desesperación? Salvo esa nota, un placer leerte.
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